En un juego que suele jugarse en pareja, individual o en pequeños grupos utilizando una bola de madera y nueve bolos (o diez y colocarlos en forma de triángulo invertido).
El objetivo es derribar el mayor número de bolos posible desde cierta distancia, siendo limitado por una raya; cada participante tiene tres oportunidades de lanzamiento y cada bolo derrumbado es un punto ganado.
Aquel jugador que derribe todos los bolos (“un pleno”) tendrá derecho a un turno extra y a cinco puntos adicionales.
El ganador será aquel que alcance la puntuación previamente acordada entre las jugadoras y los jugadores.