Organizarse y planificarse la vida cuando tienes hijos es un auténtico maremagnum y resulta dificil no dejarse atropellar por el día a día y «no hacer nada» (cuando en realidad el solo hecho de atender tus obligaciones es practicamente una proeza).

Con el fin de empoderarte, aún dentro de este estilo de vida tan ocupado, vamos a tratar de dar algunos consejos para ser un padre/madre feliz y productivo.

Vamos a ello.

Planifica para estar presente

No es fácil tener tiempo de calidad con tus hijos. Si estamos en casa, es más probable que estemos recogiendo cosas de la casa, charlando con un amigo o investigando un poco acerca de algún hobby.

Dicho de otro modo, no estás tirado en el suelo jugando con los peques. Si no tienes cuidado, las horas pueden pasar. Y cuando te das cuenta te encuentras en la cama por la noche pensando: «Hombre, extraño a esos pequeños diablillos».

¿La solución? Planificar con anticipación. Aprovecha esos momentos en los que los extrañas mientras están en la escuela, para preguntarte cómo quieres pasar tiempo de calidad con tus hijos en tu próxima oportunidad. A veces, una caminata está bien. Otras veces puedes propoer un juego de mesa o ingredientes para preparar una recetita juntos.

La clave, por supuesto, proviene no solo de la planificación, sino también de la preparación. Intenta que lo más natural que puedas hacer cuando os reunáis sea conectaros.

Es útil recordar que los niños no necesitan interminables horas de unión para sentirse cerca de sus padres; la familia promedio pasa solo 37 minutos al día juntos. Los niños en edad escolar, especialmente, también necesitan tiempo para jugar libre e independientemente, donde nadie más les diga qué hacer o cómo hacerlo.

Cuando se trata de estar presente con tus hijos, piensa en la calidad antes que en la cantidad. Piensa intencionalmente en lugar de improvisar. Piensa en la práctica sobre la perfección.

Escríbelo todo

La mejor manera en que puedes estar seguro de estar completamente presente cuando tus hijos están en casa es si eres completamente productivo cuando ellos no están.

Entonces haz listas. Haz listas para el trabajo, listas para las tareas del hogar, listas para la comida y listas para el futuro. Añade cosas que importen y cosas que no importen en absoluto. 

Aquí el punto, es el poder de escribirlo todo. ¿Está tu mente divagando con las cosas que necesitas o te gustaría hacer? Añádelo a la lista. ¿Tienes tiempo para abordar algunos elementos? Consulta tu lista y prioriza en consecuencia.

Esta es una tarea tan simple que casi ni se menciona. Pero luego recuerda lo satisfactorio que es marcar un elemento final del día. Y cómo, incluso cuando una lista está llena hasta el borde sin una marca de verificación a la vista, me tranquiliza saber que todas las tareas pendientes que se arremolinaban en mi cabeza encontraron un lugar de aterrizaje permanente en el papel.

Con una lista, incluso puedo abordar la mayor lucha de los padres: priorizar lo importante sobre lo urgente. Un sueño en verdad.

Pide ayuda

Por supuesto, nada de esto es posible sin ayuda. Quiero decir, está bien, es posible. Pero no de forma saludable. Sin la ayuda de otros, puedes ser productivo y estar presente, pero es probable que no lo consigas sin perder totalmente la paciencia en el camino.

Así que aprende a pedir ayuda. Habla con ti cónyuge, y, se honestos y organizaros lo mejor que podais.

Contratad a una niñera cada dos viernes para poder deshaceros de vuestras responsabilidades durante unas horas. Y acepta dejarlos con los abuelos ocasionalmente durante una noche.

Como padres, como personas, tenemos que dejar de lado la noción de que podemos hacerlo todo. No podemos.

A veces tendremos que ser productivos cuando queremos estar presentes. A veces elegiremos estar presentes cuando probablemente deberíamos ser productivos. Y, a veces, decepcionaremos doblemente a nuestros hijos cuando les pidamos que estén presentes con nosotros en nuestra productividad.

Pero eso está bien. Pedir ayuda y marcar cosas de nuestra lista de tareas pendientes nos prepara para divertirnos, emprender grandes aventuras y disfrutar del tiempo juntos como familia.