Son una combinación de tradición, agilidad mental, diversión y en muchos casos capacidad física. Los juegos tradicionales son ricos en oportunidades de entretenimiento sano y también de un contacto con las actividades comunes.
Pueden ser considerados deporte si demandan de sus participantes el esfuerzo físico, desplazamientos, combinación de capacidad aeróbica y anaeróbica, saltos, estiramientos y más rutinas de entrenamiento.
Los juegos tradicionales son ideales para el desarrollo de niños y jóvenes y, además, para los adultos el recordatorio perfecto de la necesidad de realizar actividades al aire libre y que el ejercicio debe ser parte de lo cotidiano.
En este artículo queremos recordar algunos de los juegos tradicionales más populares y detectar en ellos rasgos cercanos al deporte, identificando su evolución. Muchos de ellos hoy en día son considerados deportes a nivel olímpico, puedes aficionarte a ellos y apostar online respecto a sus deportistas estrella y sus desempeños.
Sin reglas es juego
Aclaremos antes algunas diferencias entre deporte y juego. En el primero las reglas son fijas, existiendo alguien que se encarga de arbitrarlas, el número de personas que participa siempre es el mismo, el espacio para jugar debe tener condiciones concretas y se requiere preparación física.
El juego es mucho más libre, las reglas son básicas y se cambian de acuerdo con lo que piensan los jugadores. Se puede llevar a cabo en cualquier lugar, con la participación de quien desee y sin que tenga entrenamiento previo o preparación física.
Midiendo la fuerza
Hablemos ahora de los juegos de fuerza. La idea en ellos es saber qué tanta capacidad muscular o física tienen los competidores. Se pueden hacer de varias maneras, una de ellas es levantando objetos pesados, como troncos, ladrillos o grandes piedras. Otra de las variantes es arrastrar objetos pesados, sea en grupo o de forma individual.
Gana quien sea el más forzudo, levante el peso por mayor tiempo, o arrastre el objeto durante un trayecto más grande. La representación deportiva de este juego es el levantamiento de pesas.
Arrojar piedras o pelotas
Una de las modalidades más antiguas de juego, que luego devino en deporte es el lanzamiento de objetos. Se efectúa en varias versiones. La primera de ellas tiene la intención de que aquello que lanzamos alcance la mayor distancia con nuestro cuerpo.
En la otra intentamos atinar a un blanco con lo que estamos lanzando, esperando tener la mayor precisión en el golpe. En las olimpiadas se ve el lanzamiento de jabalina, bala y disco como un deporte derivado de este tipo de juegos.
Hay un grupo de actividades de lanzamiento que exigen mayor nivel de precisión, cuyo objetivo primordial es impulsar una pelota hacia una dirección concreta para que llegue a un lugar específico.
Puede jugarse en turnos, en el cual un grupo va primero que el otro, o jugarse en formato de oposición y captura. Y sí, adivinaste, de esas diversiones de pastores nacen deportes modernos como el béisbol y el fútbol.
De los desafíos entre hombres, empezó un juego tradicional que vive hasta este momento y genera pasiones. Se trata de la lucha, que siempre ha sido considerada una buena oportunidad para comparar fuerzas. Es uno de los juegos donde nacen las apuestas y ha generado una diversidad de deportes.
En algunas modalidades de combate en este juego, se derriba al oponente al tomarlo de la ropa o del cuerpo, como se hace en el deporte llamado taekwondo o en la lucha grecorromana. Otra forma es cuando se pelea con golpes, como en el boxeo.
En otros enfrentamientos se emplean espadas, palos, lanzas y otros instrumentos. Se da origen así a las justas de caballeros, la esgrima, y algunas de las artes marciales.
Corre que te alcanzo
Dentro de los antiguos juegos europeos, destacan las carreras, que se llevaban a cabo de manera simple, a pie y a campo traviesa. Los corredores se ponían de acuerdo en la distancia, el tipo de terreno y si era un ejercicio de velocidad o de fondo. También se consideraban una muestra de destreza física los saltos, que permitían conocer la ligereza y fortaleza de las personas que los ejecutaban.
Ambas actividades persisten hoy, donde está tan de moda correr maratones o participar en triatlones, caminar a campo traviesa o simplemente ver competencias en esta rama deportiva en vivo y directo.
Debemos agradecer a las culturas antiguas el legado de tradiciones como estas, que hoy día son disfrutadas y seguidas por millones de personas, ahora ya en el rango de deportes.