El juego de los alfileres, también llamado “los bonis” o “alfileres de colores” se trata de un juego de precisión donde participan 2 a 10 personas.
Este juego está presente durante todo el año y para jugarlo sólo necesitarás alfileres con las cabezas de colores; algunos niños inclusive fabricaban los acericos con papel periódico o de colores, los más bonitos eran los más disputados durante el juego.
El objetivo del juego depende de sus variaciones, las cuales pueden ser:
- Cada jugador apoya la mano sobre los alfileres, y los que se quedan pegados en su palma pasan a ser de su propiedad.
- Se dejan caer un puñado de alfileres y se van sacando sin que el montón se derrumbe.
- Cada jugador coloca el mismo número de alfileres sobre una superficie (ésta debe ser lisa) y con el dedo se lanza uno de los alfileres sobre el resto. Si el alfiler queda ‘cruzado’ sobre otros, los gana (es común doblar la punta de los alfileres para dificultar el juego).
- Se levanta un montículo de arena (de unos 20cm de altura) en el cual se enterrarán los alfileres y desde una distancia previamente acordada se lanza una piedra. Aquellos alfileres que salgan a la superficie pasan a ser propiedad del que haya lanzado la piedra.
- Se coloca un alfiler en el centro de un círculo, con la punta de otro alfiler debajo. Con el dedo se da en la cabeza del alfiler y si se consigue que el otro salte y salga del círculo, el jugador se queda con él.
- Se esconden dos alfileres en el puño y si las cabezas van en el mismo sentido es “porra”, si están al contrario es “tapia”. El juego consiste en adivinar la posición de éstas.
Para el final del juego, hay dos versiones:
En la primera, cada color de las cabezas de los alfileres tiene una puntuación específico gana quien más puntos obtenga.
En la otra, gana quien obtenga la mayor cantidad de alfileres.
Los Bonis
En cuanto a la variante de este juego, a los alfileres se les llamaban «bonis» y era jugado particularmente por las niñas. Los bonis en cuestión consistían en alfileres con la cabeza de diferentes colores que eran a su vez objeto de colección.
Estos bonitos alfileres de colores eran susceptibles de ser intercambiados (de forma similar a los cromos). Aquéllos que eran de colores más bonitos, inusuales o estaban de moda «valían más». Es decir, normalmente se tendría que dar a cambio 2 alfileres normales a cambio del codiciado boni más bonito.
A la hora de guardar estos alfileres los niños se hacían sus propios acericos, que como ya se comentó al principio del artículo, se hacían con papel de periódico que normalmente se pedia a los padres.
Una vez ya se habían recopilado suficientes bonis el juego podía comenzar, para lo cual se necesitaban más de dos personas y cuyas variantes se han explicado anteriormente.
Vídeo del Juego de los Bonis / Alfileres de Colores
Aquí tienes un vídeo en el que se muestra una variante del juego de los alfileres: