Se trata de un juego popular entre los agrícolas y es excelente para combinar fuerza y habilidad pues se realiza con el misma “jadico”, azada, o con el azadón que se emplea en las labores del campo.
Para jugarlo, el jugador se coloca en la marca de lanzamiento o tiro con las piernas abiertas, sujetando con una mano el “jadico” por la mitad del mango.
El movimiento de lanzamiento es por entre las piernas y de atrás hacia delante, siendo necesario un giro brusco final de muñeca.
Para que el tiro sea válido el “jadico” ha de clavar la punta del filo en la tierra, tirándose por debajo de las “garras” sin levantar las plantas de los pies al soltar la “jadica” y su mango no debe tocar el suelo.
Aquél que logre la mayor longitud será el ganador.