Para jugar a la urda primero se sortea quien deberá pagarla. Éste delimitará la urda con líneas que harán de escaleras, un portal u otros elementos.
Una vez dentro con las manos unidas grita “¡urda!” y el resto de los jugadores responden “¡la burra!”.
El jugador que la paga sale entonces con las manos unidas a tocar a otro jugador cuando lo consigan, los dos volverán corriendo a la urda evitando que el resto de los jugadores les toquen o golpeen con la mano abierta.
Si los perseguidores logran llegar a la urda, se cogen de la mano haciendo una cadena, y salen a coger a otro compañero; cuando salen gritan “¡urda!”y el resto responde “¡la burra!”
Por ello, los perseguidores deben estar atentos a que los demás jugadores no rompan la cadena mediante un golpe con la mano pues si lo logran tendrán que volver corriendo a la urda evitando que les toquen la espalda; de tocar otra parte del cuerpo pasarán a ser parte de la cadena y éstos pueden volver a la urda para reorganizarse siempre que puedan o quieran; sólo pueden tocar a los jugadores aquellos que formen parte de los extremos de la cadena y hasta que los cojan a todos, se concluirá el juego.
Quien sea el último en encontrar será el ganador.
Una versión más simple de este juego es La Cadeneta donde se van uniendo a una cadena todos aquellos que sean capturados, y, en grupo, van pillando al resto hasta que todos formen una cadena.