Juegos de Inteligencia Emocional para Niños

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Como adulto, piensa en un momento en el que tu pareja no estuviese siendo considerada con tus sentimientos.

Ahora piensa en un momento en el que te sintieras frustrad@, ansios@ o irritable, pero no estabas segur@ de por qué o cómo solucionarlo.

¿Qué tal un momento en el que tu amigo parecía deprimido por algo, insistía en que estaba bien, pero se notaba que definitivamente algo estaba mal?

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de identificar, evaluar, controlar y expresar emociones. También implica la capacidad de reconocer y responder eficazmente a los estados emocionales de otras personas.

Esa capacidad para leer las emociones e identificar la causa de esas emociones es una habilidad vital crucial que puede tener un impacto tremendo en nuestro propio bienestar personal, nuestras interacciones sociales y nuestras relaciones significativas.

La investigación muestra que la inteligencia emocional es un mayor predictor del éxito en la vida que un coeficiente intelectual alto solo, y si lo piensas, tiene mucho sentido.

Tanto en situaciones personales como profesionales, imagina los beneficios de poder saber cuándo algo que has dicho o hecho ha hecho feliz, enojado, molesto, entretenido, molesto o incómodo a otra persona.

Ahora imagina si no pudieras leer esas señales sociales y si no pudieras saber cómo se sentían los demás. ¿Cómo diablos podrías construir relaciones, comunicarte o estar seguro de que tus palabras o acciones tuvieran el impacto deseado?

¿Cómo podrías prosperar como adulto sin tener también la capacidad de reconocer y manejar sus propias emociones?

Teniendo en cuenta todo lo que hacemos para apoyar el crecimiento y el desarrollo saludables de nuestros hijos, es importante que no se pase por alto la inteligencia emocional.

Puede ser algo natural para algunas personas más que para otras, pero se pueden tomar medidas para desarrollar esta habilidad crucial. En los niños muy pequeños, puede comenzar simplemente con ayudar a su hijo a identificar diferentes emociones cuando las sienta.

Ayudarlos a etiquetar sus propias emociones (por ejemplo, «Parece que se siente triste en este momento») puede ayudarlos a comenzar a expresar sus sentimientos de manera más efectiva. Si alguna vez ha tenido que decirle a un niño en medio de una rabieta que «use sus palabras», entonces ya sabe de lo que estoy hablando.

Moogy

Considera usar un juego como Moogy para ayudar a su hijo a comenzar a etiquetar las emociones y explorar por qué alguien podría sentirse triste, feliz o frustrado.

El siguiente paso sería ayudar a su hijo a aprender a identificar los sentimientos de los demás. Estas tarjetas didácticas “Escucha tus sentimientos” son una excelente manera de presentar esta habilidad, ya que les permiten a los niños practicar el reconocimiento de dinámicas emocionales en una variedad de situaciones mediante el uso de ilustraciones para niños.

Tienen preguntas de orientación incluidas que guían a los niños a través del proceso de averiguar qué está sucediendo en la imagen, cómo se pueden sentir los personajes y por qué.

Cuando los niños pueden comenzar a identificar las emociones de los demás, también existe la oportunidad de comenzar a enseñarles la empatía, que es una parte importante para convertirse en una persona sensible y considerada.

Snoots Toots

Snoots Toots es un juego en el que los niños interpretan su camino a través de una variedad de situaciones relacionadas con los modales y la empatía, enseñándoles lo que es ponerse en el lugar de otra persona y comprender lo que podrían estar sintiendo.

Hablar y sentir

El juego Hablar, sentir y hacer es otro juego que incluye una variedad de preguntas y escenarios para que los niños hablen.

Este juego tiene el beneficio adicional de permitir a los padres la oportunidad de tener una idea del proceso de pensamiento y la psicodinámica de su hijo, así como de las situaciones y experiencias que son más relevantes para el niño en ese momento.

Mientras trabajan para imaginar cómo podría desarrollarse cada escenario y cosechar los beneficios de analizar cómo esas situaciones podrían verse para alguien, los padres obtienen el beneficio adicional de aprender más sobre la perspectiva de su hijo.

Ayudar, compartir y cuidar

Otra opción, el juego de ayudar, compartir y cuidar, también apoya el desarrollo de la empatía y la simpatía, e incluye además una gama más amplia de conceptos socioemocionales, como autoestima, modales, seguridad, ética, valores, salud, etc. consideración por los demás, relaciones interpersonales y competencia.

Una vez que los niños son capaces de captar el concepto de sentimientos, pueden comunicarlos claramente e incluso leerlos y comprenderlos en los demás, otro paso importante es educarlos sobre cómo afrontarlos y responder a ellos.

Enseñar mecanismos de afrontamiento saludables y una toma de decisiones sensata es vital para el crecimiento de un niño hasta convertirse en una persona equilibrada y bien desarrollada.

Q´s Race to the top

El juego Mis sentimientos es un gran comienzo para practicar cómo lidiar con los sentimientos de maneras socialmente aceptables. Q’s Race to the Top es otro juego en el que los niños aconsejan al personaje principal sobre lo que debe hacer en varios escenarios sociales, lo que les permite practicar buenos modales, habilidades de afrontamiento y adoptar una actitud positiva.

El juego también hace preguntas a los jugadores, lo que permite grandes conversaciones y oportunidades para que los niños compartan su perspectiva.

El Monstruo de los colores

El monstruo de los colores es otro divertido juego de mesa para niños en edad preescolar en el que los jugadores deben hablar y expresar sus emociones.

La idea es que cada color de la pizarra represente una emoción diferente.

Cuando los jugadores encuentran un color, tienen que decir algo que los haga sentir felices, enojados, tristes, etc. Lo bueno del juego es que los padres también pueden aprovechar la oportunidad para compartir lo que los hace sentir de cierta manera.

Una lección sobre la toma de decisiones no estaría completa sin una lección sobre las consecuencias y la idea de que nuestras elecciones y respuestas siempre tienen un efecto.

Cuando estés analizando las posibles respuestas a las emociones, es importante tener en cuenta los posibles resultados de esas respuestas.

Siempre existe la posibilidad de elegir una respuesta emocional que no vaya tan bien (¿verdad?).

En ¿Qué debería hacer? – un juego de consecuencias, los jugadores se enfrentan a dilemas cotidianos y aprenden que cada elección tiene consecuencias, buenas y malas.

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